En una carta dirigida al consejero de Salud, Jesús Aguirre, los representantes de las diez asociaciones de la prensa andaluzas consideran que periodistas, reporteros gráficos y camarógrafos están en constante exposición para ofrecer una información veraz, actualizada y precisa a la ciudadanía y son una parte crucial para combatir la desinformación sobre la emergencia sanitaria provocada por la crisis del coronavirus.
Los representantes de las asociaciones de la prensa de Andalucía han solicitado a Jesus Aguirre, titular de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, que traslade al Consejo Interterritorial, que se celebrará en la tarde de hoy, la petición de que los periodistas, reporteros gráficos y camarógrafos sean considerados personal esencial y grupo prioritario en el actual calendario de vacunación.
Conscientes de la gravedad de la situación en la que se encuentra no solo nuestro país, sino todo el mundo, y de las complicaciones sanitarias para afrontar la gestión de la pandemia y establecer los grupos prioritarios para acceder a la vacunación, cabe recordar que el Real Decreto-ley 10/2020, de 29 de marzo, por el que se regula un permiso retribuido recuperable para las personas trabajadoras por cuenta ajena que no presten servicios esenciales, con el fin de reducir la movilidad de la población en el contexto de la lucha contra el COVID-19, excluía, en su anexo, a “Las [actividades] que prestan servicios en puntos de venta de prensa y en medios de comunicación o agencias de noticias de titularidad pública y privada, así como en su impresión o distribución”. Es decir, que el ejercicio del periodismo es considerado, desde la declaración del Estado de Alarma en España, una actividad esencial, elemento fundamental e imprescindible para mantener informada a la ciudadanía y contener, a su vez, los bulos y falsas noticias sobre la pandemia.
El consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, en una reunión anterior del Consejo Interterritorial, ya planteó que los profesionales del sector de la información y la comunicación fueran considerados como grupo prioritario en el plan de vacunación masivo, por estimarlos una actividad esencial. En aquella ocasión, su propuesta no fue aceptada.