La APC propone que se reconozca al periodista José María Calleja con el título de Hijo Adoptivo de la ciudad de Cádiz
Cádiz, 23 de abril de 2020.- La APC solicitará la apertura de expediente para conceder al periodista José María Calleja […]
Cádiz, 23 de abril de 2020.- La APC solicitará la apertura de expediente para conceder al periodista José María Calleja la distinción de Hijo Adoptivo de la ciudad de Cádiz a título póstumo. La entidad argumenta en su candidatura la dilatada carrera en defensa de la libertad, así como su fuerte vinculación a Cádiz, donde residía largas temporadas y participaba de forma activa en su cultura.
El fallecimiento con coronavirus del periodista José María Calleja ha supuesto una triste noticia para el mundo de la cultura y el periodismo gaditano, con el que guardaba una estrecha relación. Una vinculación que nació en 1994 con la entrega del III Premio Agustín Merello. La APC reconocía entonces la valentía y la defensa de la libertad de prensa de un grupo de periodistas amenazados por ETA en el País Vasco, entre los que estaba Calleja. Desde aquel día comenzó a pasar temporadas en Cádiz, donde hizo buenos amigos y participaba de forma generosa en actos sociales y culturales.
La APC remacha en su petición la dilatada trayectoria de este maestro de periodistas. Doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, Calleja era un periodista de raza, curtido en la trinchera de la libertad, primero contra el franquismo en Valladolid y más tarde, en los años 80, plantando cara al terrorismo de ETA desde las redacciones de EFE y Euskal Telebista. Su defensa de la democracia y de las libertades constitucionales le llevaron a la lista de objetivos de la banda armada y de ahí a vivir pegado a una escolta. José María Calleja era asiduo a tertulias en todas las cadenas de televisión y radio generalistas. Autor de una docena de libros, en los últimos años se le podía oír en el programa Hoy por hoy de la Cadena Ser.
Hoy la APC quiere rendir homenaje y poner de relieve su figura como un ejemplo en la ciudad de la libertad, que tan bien lo acogió y a la que decía poder venir siempre sin escolta.